El enfermo es más que una enfermedad: Ésta es una circunstancia en la vida de las personas, respetaremos siempre su dignidad, sin distinción de edad, raza, ideología, religión, orientación sexual o grado de capacidad.
El paciente tiene derecho de participar y decidir sobre sus procesos diagnósticos y terapéuticos: Siempre recibiendo información comprensible, suficiente y continua, jamás alteraremos ni ocultaremos registros que pudiesen favorecer o perjudicar a alguien.
Respetaremos las decisiones tomadas del paciente respecto a su tratamiento, y también a la asistencia al final de la vida.
En el Hospital Nuestra Señora de Guadalupe garantizamos la capacitación y competencia de nuestro personal, respetamos la libertad de actuación de nuestros médicos y los profesionales en el marco de la ciencia y la deontología médica con los medios disponibles, el conocimiento actual y respetando los derechos de los pacientes.
Los que trabajamos en Hospital Nuestra Señora de Guadalupe asumimos y aceptamos la responsabilidad de ser remunerados exclusivamente por nuestro trabajo, rechazamos cualquier fuente de ingresos que pueda condicionar las decisiones médicas y administrativas. Asumimos las consecuencias de nuestras acciones y decisiones, basados en el principio de que todos nuestros actos están de acuerdo con una noción de justicia y sentido del deber en todos los aspectos.
Conocemos la importancia de cumplir lo asignado dentro del tiempo oportuno, este valor lo construimos mediante el esfuerzo de estar a tiempo y en el lugar adecuado.
En Hospital Nuestra Señora de Guadalupe nos esforzamos por construir buenas relaciones interpersonales, conformando equipos de trabajo con nuestros compañeros, uniendo lazos de confianza.
“La lealtad es una virtud que desarrolla nuestra conciencia”, en Hospital Nuestra Señora de Guadalupe tenemos el compromiso de defender nuestra institución, lo que creemos y en quien creemos.
